
Competir a mar es una exposición que cuenta la historia de las regatas en el ámbito catalán, desde su nacimiento en los clubs de playa, hasta su consolidación a través de un gran número de deportistas de élite que participan en las grandes regatas nacionales e internacionales.

En el siglo XIX, el uso lúdico del mar en Cataluña se limitaba a los baños ya los paseos en barcas de remo. La primera competición documentada es del 10 de junio de 1821 que se celebró en Barcelona y fue a remo. A partir de entonces, empezarían a aparecer los clubes náuticos —el primero de ellos fue el de Tarragona, en 1878— para impulsar la navegación a remo y, más tarde, también a vela.
En el litoral catalán, la vela deportiva vivió una fuerte efervescencia en los años sesenta del pasado siglo, con la creación de muchos clubes náuticos, marinas y, evidentemente, flotas. La multiplicación de las regatas generó una creciente industria náutica, con empresas tan destacadas como la Industrial Velera Marsal, Manufacturas Mistral o Toni Tió , entre otras. Con la consolidación de la navegación deportiva, fueron surgiendo deportistas de élite en todas las modalidades de regatas.
Competir a mar hace un repaso de los nombres destacados en regatas olímpicas, de vela oceánica, de regatas en solitario al más alto nivel, de la clase mini… que se han convertido en referentes tanto para su generación como para las posteriores.
Cataluña es un lugar muy adecuado para practicar vela, como demuestra la cantidad de regatas que se celebran, tanto locales como internacionales. De ahí que existan casi 34.000 deportistas federados, más de 27.000 son escolares.
Esta exposición forma parte de la Regata Cultural , el programa de actividades para acompañar la llegada de la Copa América de vela a Barcelona
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