Antoni Vives Fierro (Barcelona, 1940) ha convertido al arte en una parte integral de su existencia. Inicia su carrera a mediados de los años cincuenta, dedicándose a la pintura y al arte con una profunda vocación; una carrera fructífera y llena de creatividad en un intenso recorrido en busca de un lenguaje propio, que, si bien encaja en el figurativismo y en la técnica impresionista, abarca también el expresionismo.
El propio Vives Fierro define así su relación con la pintura: «Ser pintor es algo que va ligado a mi vida. Sólo podría dejar de pintar si me volviera loco o si me quedara ciego.»
Esta exposición hace una pincelada por sus exposiciones, su Barcelona, sus ciudades pintadas, los retratos de personas, de personajes de las muñecas…, desprendiendo aroma de trementina. La vida dedicada a la pintura y la perseverancia para difundir su obra desarrollando una intensa vida social le permite declarar que ha disfrutado de un mecenazgo plural que ha sido fundamental para hacer posible este largo trayecto. Siempre de la mano de Emi, su compañera, a la que debemos agradecer que haya recopilado a lo largo de los años toda su carrera artística y su intensa vida social.
La exposición se podrá ver hasta el 12 de noviembre en la Sala 4 (Cotxeres) del Palau Robert. El acceso es libre y gratuito.
Del 22 de septiembre al 12 de noviembre
Donde – Sala 4 de Palau Robert
Web del evento – Enlace
